Estamos convencidos que más familias cristianas pueden y deben ser extendidas por este medio. Partiendo de las Escrituras, conocemos que dentro del ADN de nuestro Dios, está el Espíritu de Adopción y que Él nos llama a reflejar su carácter de esta manera. Cada país tiene sus propias leyes y reglamentos y la ACH busca inspirar y movilizar a la iglesia, para que dentro de ese marco legal, pueda ejercer este bello mandamiento de defender a los huérfanos dándoles una nueva identidad. ACH no efectúa adopciones, más bien, redirige a los interesados a las autoridades locales con las facultades de efectuarlas (en Guatemala, es el Consejo Nacional de Adopciones).